Simonetta Vespucci, la mujer más bella del Renacimiento. La Mujer y el Arte



Para muchos tambien ha sido la mujer mas bella de la historia... Fue una mujer que iluminó con su bello rostro la Florencia del siglo XV. Su nombre de soltera era Simonetta Cattaneo, hija de un noble genovés. Se casó muy joven a la edad de dieciséis años con un vecino de Botticelli llamado Marco Vespucci... Hay muchas imágenes con las que todo el mundo identifica la época del Renacimiento, obras famosas que se han convertido en verdaderos iconos de la época. Para la mayoría de estas obras los artistas utilizaron como modelos a gente anónima, personas que poseían alguna característica que quería el autor y punto. No se sabe mucho más de ellas. Incluso la famosa Mona Lisa de Leonardo da Vinci, que ahora se especula sería un retrato de Lisa Gheradini, presenta más dudas que certezas sobre la verdadera identidad de la modelo.
Algo muy distinto sucede con la obra de Sandro Botticelli porque en ella está plenamente identificada la modelo. Botticelli nació y fue formado en Florencia bajo la influencia de grandes maestros, y al igual que Leonardo Da Vinci, también fue patrocinado por los Médici, la más poderosa familia florentina de la época.  Botticelli nos dejó con algunas de las imágenes más memorables del arte occidental, entre las que sobresale su más famosa obra El Nacimiento de Venus.

Y aqui surge la pregunta... ¿Quién es la mujer del famoso cuadro de Botticelli? Pues es ni más ni menos que Simonetta Vespucci, a quien muchos llamaron la mujer bella de la época. En eso coincidían nobles y plebeyos, navegantes y visitantes, propios y extraños. Era hija de un noble genovés. Se casó muy joven a la edad de dieciséis años con un vecino de Botticelli llamado Marco Vespucci. Todos los nobles de la ciudad estaban obsesionados con Simonetta. Los hermanos Giuliano y Lorenzo de Médici también sucumbieron a sus encantos y quedaron prendados de su belleza. Pública y descaradamente rivalizaron en más de una ocasión y le manifestaron su admiración, pero acabaron recibiendo sólo el rechazo y desdén de la bella y ajena rubia. Y hasta el mismísimo Lorenzo de Médici, alias "El Magnífico", llegó a describirla así en sus, por cierto, muy machistas memorias: "Su cutis era extremadamente claro, pero no pálido; rosado, pero no rojo. Su porte era serio, sin ser severo; dulce y placentero, sin asomo de coquetería o vulgaridad. Sus ojos vivos, no manifestaban arrogancia ni soberbia. Su cuerpo era finamente proporcionado, y entre las demás mujeres aparecía de superior dignidad. Paseando, bailando o en cualquier otro ejercicio, se movía con elegancia y propiedad. Sólo hablaba cuando era conveniente y dando opinión tan acertada, que no se podía añadir o quitar a lo que iba diciendo. Su comprensión era superior a la que pide su sexo, pero sin aparentar darse cuenta de ello y sin caer en el error, tan común entre las mujeres, que cuando sobrepasan el nivel se hacen insoportables".

Lastimosamente y como suele ocurrir en este tipo de historias, la bella Simonetta murió muy joven, la noche del 26 de abril de 1476 a la edad de 23 años. Se presume que había contraído tuberculosis. Botticelli nunca pudo superarlo y quedó el resto de su vida obsesionado con ella. En su famoso cuadro "Venus y Marte" no hace falta ser muy observador para darse cuenta de que quienes representan a los dioses del Olimpo, son Simonetta junto al mismo Botticelli. Esta era la única forma, el único sitio donde el artista podía verla como su pareja. Sin lugar a dudas el famoso pintor fue el hombre que más la amó, aunque a su manera, respetuosamente y en silencio.
En 1485 terminó su cuadro El nacimiento de Venus como homenaje póstumo a Simonetta, nueve años después de su muerte. Todas las mujeres de sus cuadros guardan un exacto parecido a Simonetta, aparte de los retratos póstumos que pintó de ella. Tan grande fue el amor de Botticcelli hacia su musa, que nunca contrajo matrimonio y personalmente pidió que después de muerto fuese enterrado a los pies del sepulcro de Simonetta  en Florencia.

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